
Mientras varios medios se han hecho eco de la decisión de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) como una victoria para Guinea Ecuatorial, pocos han reparado en un aspecto crucial del fallo del 19 de mayo: la cesión a Gabón de territorios actualmente bajo administración ecuatoguineana, concretamente en las regiones entre Ebebiyin y Mongomo. Se trata de una reconfiguración territorial significativa que podría alterar la dinámica fronteriza entre ambos países.
La CIJ, en su sentencia, reconoció la soberanía de Guinea Ecuatorial sobre los tres islotes en el golfo de Guinea —el centro de una larga disputa marítima con Gabón—, lo que ha sido ampliamente interpretado como un triunfo diplomático para Malabo. Sin embargo, el mismo fallo reafirma que la frontera terrestre entre ambos países debe regirse por la Convención franco-española del 27 de junio de 1900, y no por criterios geográficos contemporáneos como el curso del río Kyé, defendido por Guinea Ecuatorial.
El valor jurídico de un tratado colonial
Según la Corte, la Convención de 1900 —firmada por Francia y España, las potencias coloniales de entonces— establece una línea recta como delimitación fronteriza, y sigue siendo válida bajo el principio de uti possidetis juris, que estipula la conservación de las fronteras coloniales tras la independencia de los Estados.
En consecuencia, la CIJ ha desestimado el argumento ecuatoguineano de que el río Kyé constituya la frontera natural entre ambas naciones. El tribunal considera que esa línea fluvial no tiene respaldo en ningún título formalmente reconocido por ambos Estados, y por tanto no tiene base legal.
Territorio en disputa: ¿una victoria a medias?
La reafirmación de la validez de la Convención de 1900 tiene implicaciones territoriales inmediatas. Según la interpretación del tribunal, varias porciones de tierra que actualmente son administradas por Guinea Ecuatorial —especialmente cerca de las ciudades de Ebebiyin y Mongomo— deben considerarse parte del territorio gabonés.
Esto significa que, mientras Guinea Ecuatorial gana soberanía sobre los islotes, pierde derechos sobre ciertos sectores de su actual frontera terrestre. Libreville, por su parte, logra un reconocimiento internacional de su posición en una de las zonas más sensibles del conflicto fronterizo.
Próximos pasos: cooperación o tensión
La aplicación práctica de esta sentencia requerirá cooperación entre ambos países. Es probable que se organice una misión técnica conjunta para redefinir los hitos fronterizos sobre el terreno, posiblemente bajo supervisión internacional. En un contexto regional marcado por tensiones fronterizas, la forma en que se gestione esta redistribución territorial será clave para la estabilidad bilateral.
La sentencia de la CIJ subraya el poder del derecho internacional como herramienta para resolver disputas complejas, pero también revela sus límites cuando se trata de equilibrar símbolos de soberanía con la realidad administrativa sobre el terreno. Para Guinea Ecuatorial, el reto ahora es asumir una victoria que podría esconder una pérdida territorial de calado.
Una de las cuestiones que hacen abrir un cajón de dudas, que da lugar a hacerse la siguiente cuestión¿Permitirá el actual presidente de Guinea Ecuatorial ceder los territorios de Mongomo y Ebibeyin como reza la ley que otorga a Guinea Ecuatorial la propiedad de las islas?.
Todo apunta que no, si no más bien en un simple reconocimiento formal y en negociaciones bilaterales. Sin olvidar los orígenes gaboneses del presidente de Guinea Ecuatorial, que se vieron afianzar tras el golpe de estado de Oligui Nguema tras su visita al presidente Obiang a Mongomo y recientemente por la concesión de electricidad a la ciudad vecina a Gabón por parte de Guinea Ecuatorial.
Pero independientemente de las relaciones familiares de ambos dirigentes, los intereses de Guinea Ecuatorial y de Gabón deben estar por encima de las relaciones familiares de sus dirigentes a ser que el país es de la oblación y no de los dirigentes.
La prensa gubernamental gabonesa se hace l pregunta hoy si Mongomo y Ebibeyin pasarían a ser parte de Gabón. Ahora queda ver en qué queda las resoluciones.
Redaccion de BNN ÁFRICA