En la mañana de hoy martes el diario español EL DÍA por medio de Francisco Pomares ha publicado un artículo de opinión en él ha resaltado el desfalco millonario que practican las empresas del sector de supermercados en Guinea Ecuatorial. El artículo dice lo siguiente.
«A mediados del pasado mes de julio, un informe del ministerio de Hacienda y Presupuestos de Guinea Ecuatorial, señaló a Martínez Hermanos, junto a otras empresas importadoras beneficiadas por el régimen de Teodoro Obiang –EGTC, Pegasos y Guinaco– por fraude fiscal reiterado en el devengo de impuestos por valor de casi 118 millones de euros, 77.000 millones de francos centroafricanos, una verdadera fortuna, alrededor del cinco por ciento de los recursos presupuestarios de la república.
La acusación a las empresas se desprendía de un informe realizado sobre los tres últimos años de gestión fiscal, monitorizado en su presentación por el vicepresidente ejecutivo de la república, Teodorín Obiáng Mangue, primogénito del presidente Obiang y su sucesor más que probable. Un personaje considerado por las Justicias francesa y británica como uno de los hombres más corruptos de África, con condenas reiteradas y bienes viviendas, empresas y coches deportivos- confiscados y decomisados en ambos países europeos.
El fraude fiscal de Martínez Hermanos y las otras importadoras todas ellas favorecidas durante años por el régimen de Obiang fue presentado a la prensa en el Palacio del Pueblo de Malabo por el ministro de Hacienda y Presupuestos, Fortunato-Ofa Mbo Nchama, uno de los ministros-títere del hijo de Obiang, que basó su informe en el cotejo de transferencias para la adquisición de mercancías fuera de Guinea Ecuatorial y las declaraciones presentadas por las empresas en la Aduana.
El ministro Mbo Nchama no aportó prueba alguna, pero –sorprendentemente– el impago fraudulento de impuestos fue inmediatamente admitido por las propias empresas, que aceptaron sin protestar la acusación de haber incurrido en evasión fiscal. Lo que más sorprendió entonces fue de hecho el reconocimiento del fraude por todas las empresas.
Una de ellas, la canaria Hermanos Martínez, propietaria de supermercados y constructoras en Lanzarote y poseedora de un gran catálogo de propiedades en todo el Archipiélago y en Madrid, hasta el momento de la denuncia era vista como una empresa pantalla.
Próxima a algunas operaciones del Gobierno guineano. Casi simultáneamente a la denuncia por evasión fiscal, el Gobierno anunciaba un expediente a Martínez Hermanos por importación de arroz no apto para el consumo humano, con serias advertencias de actuar ejemplarmente contra la empresa. Y este mes la denuncia se amplió con otra más en el twiterequis personal del hijo de Obiang: «Hemos descubierto que la empresa Martínez Hnos. está metida en un negocio de venta ilegal de recursos naturales de Guinea Ecuatorial.
Compra grabas [sic] a través de la empresa Pedreal que opera en la cantera de Akonekieñ del municipio de Mongomeyen». El hijísimo se ocupa de señalar personalmente a uno de los antiguos protegidos de su familia. Así está el patio. Y no sólo se trata de Martínez Hermanos: también los de EGTC, otra red de supermercados con establecimientos en Malabo y Bata, tuvieron que pedir disculpas por haberse portado mal y hacerse los suecos con los impuestos.
Pocos días antes de plantearse la denuncia EGTC sufrió un inexplicable incendio en sus instalaciones. Tras solidarizarse cínicamente con EGTC por el incendio, el hijo del dictador guineano exigió a las empresas demandadas la presentación de un calendario de pagos. No hizo falta ni intervención ni garantías judiciales, dado que las empresas habían admitido sobre la marcha la evasión fiscal.
Pero apenas diez días después de la denuncia, las cuatro empresas presentaron ante el vicepresidente una petición de amnistía fiscal por los fraudes de 2021 y 2022, que este se comprometió a estudiar y si las leyes lo permiten, resolver. En diez días.
Quizá se resuelva con más facilidad de la prevista lo que antes se presentó como fraude, un peligro alimentario o un grave atentado a la graba. Ahora todo apunta a un ajuste contable en las mordidas que se mueven en el Gobierno de la dictadura guineana. A quienes han jugado durante años a invertir los dineros de la familia Obiang Nguema, las cosas se le han complicado algo.
El despilfarro de nuevos ricos, el manejo de dinero a cascaporro, unido a inversiones ruinosas del dinero de África en Canarias y fuera, han obligado a vender y cerrar oficinas en los últimos tiempos, a ofertar propiedades a mitad de precio y a pedir socorro público a las administraciones. Es el precio que se paga por vivir colgados de una dictadura que dura ya más años que la de Franco.
Guinea Ecuatorial es un buen ejemplo de las mentiras de la colaboración empresarial con los regímenes despóticos de África. Se han instado allí empresas europeas que mueven el dinero de los dueños del país, y que al final acaban bailando al son que se les marca. No estaré entre los que lloren ni una lágrima por su próxima quiebra«
Articulo de opinión redactado y publicado por Francisco Pomares del diario EL DÍA, dia.es