
La tensión entre los jugadores del Nzalang Nacional y la Federación Ecuatoguineana de Fútbol (FEGUIFUT) ha alcanzado su punto más crítico. En una decisión sin precedentes, los futbolistas del combinado absoluto de Guinea Ecuatorial se han negado a disputar el encuentro clasificatorio para el Mundial que debía enfrentarles este jueves a Malaui, denunciando graves deficiencias organizativas y un trato que consideran inaceptable.
A través de un comunicado conjunto, los internacionales guineoecuatorianos responsabilizaron directamente a la FEGUIFUT y a su presidente, pidiendo disculpas a la afición y explicando que, a menos de 24 horas del partido, aún no se había concretado el viaje hacia el país rival. “Jugar en estas condiciones pone en riesgo nuestra salud y rendimiento”, subrayaron los jugadores, quienes aseguran haber actuado bajo la presión de sus clubes, preocupados por la falta de garantías logísticas y médicas.
Un conflicto que se repite
Esta situación no es nueva. En marzo, durante las eliminatorias previas, la selección viajó a Sudáfrica con apenas cinco horas de margen antes del encuentro ante los Bafana Bafana, sin descanso ni preparación adecuada. Aquella experiencia, marcada por la improvisación, ya generó un profundo malestar en el vestuario.
“Ya toleramos esto una vez. Nuestros clubes nos están presionando para no jugar bajo estas condiciones. Si nos lesionamos o rendimos mal, los únicos perjudicados seremos nosotros”, denunciaron los capitanes del equipo en su comunicado, reflejando el cansancio acumulado ante lo que consideran una falta de respeto institucional y profesional.
Una selección con alma española
El Nzalang Nacional cuenta con numerosos jugadores nacidos o formados en España, herencia directa de los lazos históricos y lingüísticos entre ambos países. Futbolistas como Emilio Nsue, Omar Mascarell, Iban Salvador o Carlos Akapo, todos con doble nacionalidad, mantienen una profunda conexión con el fútbol español y han sido pilares en la evolución deportiva del combinado nacional.
Sin embargo, la gestión federativa vuelve a poner en jaque el proyecto deportivo de Guinea Ecuatorial, que ha logrado en los últimos años consolidarse como una de las selecciones más competitivas del continente. La falta de planificación, transparencia y condiciones mínimas para los jugadores amenaza con romper la confianza entre los futbolistas y la institución.
BNN ÁFRICA ha intentado obtener una respuesta oficial de la FEGUIFUT, pero hasta el cierre de esta edición, no se ha pronunciado sobre los motivos del conflicto ni sobre la posible reprogramación del encuentro ante Malaui.
“No pedimos privilegios, pedimos respeto y profesionalidad”, expresó uno de los capitanes del equipo bajo anonimato.
La crisis en el Nzalang Nacional abre un nuevo capítulo en la larga historia de desencuentros entre los jugadores y la federación, dejando en entredicho la capacidad de gestión de la FEGUIFUT y sembrando dudas sobre el futuro inmediato de la selección ecuatoguineana.