La justicia ha emitido una orden de detención contra el jugador de baloncesto Marcus Slaughter al considerar que se encuentra en paradero desconocido y con el objetivo de notificarle que se le juzgará por la presunta falsificación de su pasaporte. Así consta en un auto al que ha tenido acceso La Vanguardia. En la causa se indaga la falsificación de un pasaporte de Guinea Ecuatorial para que pudiera jugar en el Real Madrid sin ocupar plaza de extracomunitario. El juez ha comunicado este miércoles la apertura de juicio oral por un presunto delito de falsificación documental. La vista se celebrará el próximo 5 de noviembre en el juzgado de lo penal 3 de Madrid. En caso de condena, el FC Barcelona podría reclamar la impugnación de la Liga y la Copa del Rey conquistadas por el Real Madrid en 2015 por alineación indebida.
Como avanzó La Vanguardia en febrero, la justicia mantenía bien vivo el caso, a instancias del Barcelona, después de cinco años de parálisis. En la causa se investiga si el exjugador del Real Madrid de baloncesto pagó por un pasaporte falsificado de Guinea Ecuatorial para jugar como comunitario. En este sentido, en febrero el juzgado de instrucción 27 de Madrid hizo entrega del escrito de apertura de juicio oral al último acusado que faltaba por recibirlo, el entrenador Hugo López, y solo faltaba que el juzgado de lo penal 3 señalara fecha para el juicio oral. La ley establece que la apertura de juicio debe notificarse personalmente a cada uno de los acusados y la justicia tardó cuatro años y medio en cumplimentar este trámite. La razón: era incapaz de localizar a Marcus Slaughter y a Andy Panko, exjugador norteamericano del Fuenlabrada y también acusado de falsificar el pasaporte.
Fue el FC Barcelona, que está personado como acusación, el que a través de su abogado, Jordi Pina, quien solicitó que se emitieran órdenes de detención internacional para encontrar a Slaughter y a Panko, y así notificarles que se iban a sentar en el banquillo. Pina fue designado en verano por la directiva de Joan Laporta en sustitución de José Ángel González Franco, letrado de la confianza de la junta de Josep Maria Bartomeu.
En caso de condena el Madrid se expone a perder la Liga y la Copa del 2015
El 25 julio del 2023, el juzgado, a instancias del Barça, dictó las órdenes de arresto. Sin embargo, a Slaughter no lo encontró a pesar de que no se escondía. Dos días después de dicha orden, el exjugador estuvo animando al Real Madrid de fútbol en el estadio de Houston durante la pasada gira americana, como acredita una fotografía colgada en su Instagram. Panko fue detenido en agosto en Madrid y fue puesto a disposición del juzgado, que le notificó que lo mandaban a juicio. Slaughter no fue arrestado porque la justicia nunca lo localizó. Años atrás lo fueron a buscar a un domicilio que resultaron ser las oficinas del Real Madrid. El expívot designó a un abogado en noviembre que se presentó al juzgado para recoger el escrito.
El caso Slaughter estalló en el 2015, cuando primero la Federación y luego el Consejo Superior de Deportes detectaron irregularidades en el pasaporte del jugador del Real Madrid en su conversión a ciudadano de Guinea Ecuatorial. Esta era una práctica habitual en virtud del acuerdo Cotonou, que permite considerar como comunitarios a jugadores de países africanos, del Caribe y del Pacífico adscritos a un acuerdo comercial con la UE. Gracias a la obtención de aquel documento, Slaughter pudo disputar y ganar la Liga y la Copa del 2015 con el Real Madrid en calidad de jugador comunitario. El mexicano Gustavo Ayón y el argentino Facundo Campazzo ocuparon las plazas de extracomunitarios. El pasaporte ecuatoguineano era tan chapucero que le faltaban las hojas 45 y 46 y el número coincidía con el de Panko.
El club azulgrana está pendiente de la futura sentencia para reclamar, en caso de condena, la retirada de la Liga y la Copa del Rey que ganó el Real Madrid en el 2015 por la alineación indebida de Slaughter. En su día lo solicitó ante el juez único de la ACB, que lo archivó a la espera de lo que decidiera la justicia. Los ejecutivos del Barça consultados por este diario dan por hecho que realizarán la petición de retirada del título, pero señalan que la última palabra será de la junta directiva.
Slaughter y Panko admitieron haber pagado por el pasaporte 35.000 euros en efectivo cada uno a Ricard Nguema, exjugador de las categorías inferiores del Real Madrid que tenía contactos en el gobierno de Guinea Ecuatorial. Por toda esta operativa, la Fiscalía pide dieciséis meses de cárcel para los acusados por falsificación documental, mientras que el resto de acusaciones, entre las que figuran el CSD, la ACB, el Barça y la Asociación de Baloncestistas Españoles, piden penas de dos años y medio de cárcel que obligará a los acusados a asistir al juicio.
Además, aprecian que los hechos también son constitutivos de un delito de corrupción deportiva al entender que la competición se habría visto alterada por la alineación indebida de Slaughter y Panko, y que el resto de clubs se habrían visto perjudicados.
Sin embargo, ni el Barça, ni la ACB, ni el CSD consideraron en su momento pertinente reclamar la imputación del Real Madrid, como entidad jurídica, a pesar de que se habría beneficiado aunque fuera indirectamente del presunto delito. Se consideró que el Madrid era una entidad que actuó como un tercero de buena fe, que inscribió a Slaughter como ecuatoguineano sin conocer que el documento era falsificado.
Noticia redactada y publicada por LA VANGUARDIA sin colaboración de BNN ÁFRICA