
Teodoro Nguema y Antonio Oburu
Según información publicada por el medio especializado Africa Intelligence, ha surgido un fuerte desencuentro entre el vicepresidente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Nguema Obiang Mangue (conocido como Teodorín), y el actual ministro de Minas e Hidrocarburos, Antonio Oburu Ondo. La disputa gira en torno al control estratégico del sector petrolero, una de las principales fuentes de ingresos del país.
De acuerdo con el citado medio, Teodorín ha comenzado a reforzar su influencia dentro de las principales instituciones energéticas del país mediante movimientos que apuntan a desplazar a figuras vinculadas al ministro. Uno de los episodios más significativos fue el relevo de Teresa Isabel Nnang Avomo como directora de GEPetrol, la empresa nacional de hidrocarburos, en octubre de 2024. En su lugar, fue designado un colaborador cercano al vicepresidente, lo cual ha sido interpretado como una maniobra para reducir el margen de maniobra del ministro en la toma de decisiones clave.
La influencia de Teodoro Nguema también se ha extendido a la empresa nacional de gas, Sonagas, donde se han producido nuevos nombramientos que, según Africa Intelligence, favorecen sus intereses. Estos ajustes reflejan una clara intención de consolidar su presencia en un área crítica de la economía nacional.
Este choque interno no solo responde a diferencias de gestión, sino que también se inscribe en el contexto más amplio de una posible sucesión presidencial. Teodorín, hijo del actual jefe de Estado, busca posicionarse como el heredero natural del poder, mientras que Oburu Ondo representa otro sector dentro del oficialismo, con respaldo político propio y experiencia técnica en el área de hidrocarburos.
La tensión ocurre en un momento particularmente delicado para Guinea Ecuatorial, tras la salida del gigante estadounidense ExxonMobil en 2023, lo que dejó un vacío importante en el desarrollo de la industria. Desde entonces, el gobierno ha buscado alternativas y ha entablado conversaciones con empresas energéticas de Rusia, como Gazprom y Lukoil, con el fin de mantener la producción y asegurar nuevas inversiones.
Esta creciente rivalidad podría tener implicaciones importantes tanto para la estabilidad interna del país como para su economía. El desenlace de esta disputa marcará el rumbo de uno de los sectores más sensibles para el desarrollo nacional en los próximos años.
Fuente : Africa Intelligence