¡Querido pueblo de Guinea Ecuatorial!
Hoy les hablo con el corazón en la mano, y con la esperanza de que estas palabras despierten una profunda reflexión en cada uno de ustedes. Estamos viviendo una realidad difícil, una situación que no le deseo a nadie. Pero esa realidad no cambiará si no nos detenemos a mirarla de frente, si no nos hacemos preguntas incómodas pero necesarias. ¿Por qué estamos donde estamos? ¿Por qué nos distraemos con asuntos que solo nos mantienen en el mismo lugar, mientras unos pocos viven con lujos a costa de nuestro esfuerzo?
Hace poco, vimos cómo un joven,llamado Bello, hijo de uno de los más poderosos en Guinea Ecuatorial, llenó nuestras pantallas con videos personales que define que tipo de gente son los de su calaña y los que se juntan con él. Un joven que, mientras se dejaba grabar acostándose con sus parejas, al día siguiente estaba planeando cómo vaciar las arcas del estado, cómo beneficiarse sin ningún respeto por el sacrificio de su propio pueblo. ¿No les resulta extraño? ¿Cómo es que este joven tiene tanto dinero y poder? ¿De dónde salen esos privilegios que él disfruta mientras la mayoría lucha por sobrevivir? ¿Qué ha hecho él para merecer tanto, cuando la gran mayoría de ustedes trabaja duramente y aún así apenas llega a fin de mes?
¿No ven lo que está pasando? Mientras él y otros disfrutan de lujos, de un poder que no ganaron con esfuerzo, nos invitan a mirar sus espectáculos, a perdernos en videos que no nos aportan nada, solo distracción. Pregúntense: ¿quieren pasar su vida siguiendo la sombra de aquellos que se ríen de ustedes? Porque eso es lo que hacen: se ríen mientras nosotros caemos en su trampa, mientras desviamos nuestra atención y no exigimos lo que en verdad nos corresponde.
¿No se dan cuenta? Mientras ustedes invierten su tiempo mirando la vida de este joven, Bello está ocupando su tiempo en vaciar nuestro futuro, en asegurarse de que ustedes nunca tengan una pensión digna, que sus hijos nunca tengan acceso a una educación de calidad o a una salud que les permita vivir una vida larga y próspera. Cada suma de dinero que se desvía, cada franco que se lleva, es un paso más lejos de la vida que realmente merecemos. Es la diferencia entre un hospital bien equipado y una muerte que podría haberse evitado, entre una educación completa y un futuro de miseria.
¿Hasta cuándo vamos a permitirlo? ¿Cuánto más vamos a soportar esta burla? Estos videos son distracciones, nada más. Y mientras seguimos viendo lo que ellos quieren que veamos, ellos continúan robándonos el futuro, sin ninguna vergüenza, sin ningún respeto.
Es momento de despertar, de tomar partido. Su tiempo es valioso, y deben invertirlo en construir, no en consumir trivialidades que solo benefician a quienes los explotan. No le den más importancia a la vida de personas que nunca han pensado en ustedes ni en su bienestar. No permitan que sus hijos crezcan en un país donde el poder está en manos de quienes solo saben aprovecharse de los demás.
El cambio empieza en cada uno de nosotros. Reflexionen, cuestionen, exijan un país en el que puedan envejecer con dignidad, en el que sus hijos puedan prosperar y vivir con orgullo. No permitan que los conviertan en peones de un juego en el que otros siempre ganan, mientras ustedes solo miran y pierden.
Es momento de tomar conciencia, de actuar para el futuro de sus hijos, y de hacer de vuestro entorno un lugar digno de vivir.
Hijo de Guinea Ecuatorial